16 Jun PODCAST La salud mental en la cuarentena: Ansiedad y Depresion
Espero estén muy bien. La semana pasada les estaba hablando de la salud mental durante la cuarentena, les hablé acerca de los excesos y de lo importante que es poder parar, encontrar formas de parar, de poder acotar la pulsión y de pedir ayuda profesional cuando solo no se puede conseguir esta meta.
Hoy voy a hablarles de otras cosas que pasan durante la cuarentena, de los cuadros de ansiedad y depresión. Con la llegada del coronavirus y la cuarentena, nuestros mundos cambiaron, la estructura de nuestra realidad se desarmo.
Los seres humanos construimos nuestra cotidianeidad, nuestra realidad. Por un lado esto nos tranquiliza, nos da una estabilidad emocional y también nos permite planificar. Nos encanta poder chequear el pronóstico del tiempo y saber qué va a pasar en los próximos 10 días, también tenemos agendas y calendarios para programar nuestras actividades sociales y laborales. Por lo tanto, el desmembramiento de la realidad y la incertidumbre de no saber qué va a pasar, cómo serán las cosas, cuando se podría volver a lo que llamamos normalidad, que pasara con nuestras cuestiones económicas, con la escuela de los chicos nos dejan sin sostén y produce efectos emocionales y psicológicos.
Este no saber ha provocado una gran angustia, una gran ansiedad en la gente especialmente En aquellos que necesitan poder controlar lo que sucede a su alrededor, o saber exactamente lo que va a pasar. Hay gente que necesita tener mucho control de su vida y de su realidad y cuando esto no sucede obviamente La angustia se exacerba y se convierte en ansiedad.
Convengamos que en la vida uno nunca tiene la certeza de lo que va a pasar, pero una situación tan desconocida, que ha creado tanta incertidumbre como la pandemia que estamos viviendo, incremento la angustia y ansiedad en la población. Inclusive muchos hablan de un trastorno postraumático social debido no solo a la incertidumbre y La angustia, sino también en relación al tiempo que está durando y los cambios drásticos que produjo en la realidad y en la forma de interactuar con los otros. Obviamente nos estamos dando cuenta que habrá un antes y un después del Covid-19 en nuestras vidas tanto a nivel personal como a nivel social.
Más allá de la angustia y la ansiedad también puede haber depresión y en estos casos hay que considerar el impacto de todas las situaciones desatadas por la pandemia en lo emocional, lo social y lo económico. Hay gente que ha quedado completamente aislada en su casa todos estos meses, otros han perdido su trabajo, otros han perdido familiares o amigos. Todos estos son factores pueden llevar a una depresión y por supuesto habrá quienes tengan más recursos que otros para afrontar estas situaciones y me estoy refiriendo no sólo a los recursos financieros. La posición subjetiva de cada persona y aquello de lo que pueda sostenerse, todos sus recursos emocionales y psicológicos son de extrema importancia ante factores como perdidas y duelos.
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La semana pasada también les contaba de lo importante de encontrar formas de armarse distintos espacios, distintos momentos, conectarse con el otro como forma de lidiar con la pulsión. Hoy agregaría en base a lo que estamos hablando que también es importante armar planes a corto plazo y a largo plazo. Planificar es una manera de sostenerse en una realidad que está desmembrada y de proyectarse al futuro. Por supuesto que algunos tendrán que tener varios planes ante la incertidumbre, o planes a corto plazo. Lo importante es encontrar una manera de proyectarse en el tiempo que permita crear cierto sostén imaginario y salir del estancamiento.
También hay que enfatizar el poder distinguir cuando un síntoma es manejable y cuando se termina transformando en lo que comanda a una persona, estas son las situaciones en las que se pierde la funcionalidad, cuando alguien se la pasa todo el día en la cama, cuando no se baña, cuando no se dedica a su trabajo o cuando no cuida a sus hijos, son indicaciones de que las cosas han llegado a un punto en que la ayuda profesional es imperativa.
Aquellos que están viviendo situaciones de extrema depresión o que tienen familiares o amigos pasando por depresiones preocupantes necesitan consultar con un terapeuta. Si la depresión es profunda, muchas veces se requiere de la ayuda de un psiquiatra para evaluar la posibilidad de prescribir psicofármacos. Cuando una persona ya no es funcional, hay que ayudarla primero a salir de ese ciclo vicioso que no lo deja hacer sus cosas básicas de su vida, de lo contrario la depresión se hace aún más profunda. Entonces habrá que evaluar cuáles son las mejores opciones para cada individuo en particular. Espero que tengan una excelente semana y que la charla de Hoy les haya servido de ayuda.
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